RESERVA PROVINCIAL IBERÁ

UBICACIÓN: Centro de la Provincia de Corrientes, Dptos. San Miguel, Concepción, Santo tomé, San Martín y Mercedes.

HISTORIA-ANTECEDENTES DE SU CREACIÓN: La zona de los Esteros del Iberá era considerada en el siglo pasado, junto con el Delta del Paraná, un sitio inaccesible, inhóspito, refugio de fieras y hombres fuera de la ley. Pero tuvo que ser un europeo el que destacara por primera vez las bellezas naturales de la zona. En 1928, el famoso naturalista francés Alcides D'Orbigny visitó el corazón de Iberá, durante su gran viaje de exploración y estudio de la fauna y la flora de las regiones australes de América del Sur, encomendado por el Museo de Historia Natural de París. Es lógico suponer que los valores escénicos y biológicos de Iberá no pasaron inadvertidos y no han faltado intentos, desde entonces, de amparar tal ámbito natural. A lo largo de las últimas cuatro década, tres proyectos de creación del Parque Nacional Iberá fueron puestos a consideración del Congreso, frutos de numerosas negociaciones entre la Administración de Parques Nacionales y el Gobierno de la Provincia de Corrientes. Ninguno de los intentos prosperó, muchas veces por falta de apoyo de las autoridades correntinas o por la excesiva dilatación de las gestiones políticas. Finalmente, el gobierno correntino declara al área Reserva Provincial en 1982, atendiendo a un reclamo nacional por proteger tan valioso patrimonio nacional. Lamentablemente, como Reserva propiamente dicha, continúa siendo una realidad restringida al papel, pese a la buenas intenciones que guiaron su establecimiento.

FUNDAMENTOS DE SU CREACIÓN: Proteger el inmenso sistema de esteros, bañados y lagunas de la cuenca del Iberá, una de las mayores áreas naturales del país, con su flora y fauna características, entre las que se encuentran varias especies en peligro de extinción como el Ciervo de los Pantanos, el Yacaré Overo y el Lobito de Río.

DESCRIPCIÓN GENERAL: Iberá, palabra de origen guaraní que significa "aguas brillantes", hace alusión a la manera en que el reflejo de la luna reverbera sobre la calmada superficie de las lagunas. Con este nombre se conoce a una de las grandes áreas naturales del país que atrae, por la belleza de su paisaje y la variedad de su flora y fauna, a turistas de todo el mundo. La región se encuentra ubicada en una inmensa depresión que comienza cerca de Ituzaingó y se extiende en forma de arco hacia el suroeste a lo largo de una distancia de 170 kilómetros, teniendo un ancho de 16 a 40 kilómetros. En su margen sudoeste, la cuenca está perfectamente delimitada por terrenos más elevados, pero en su margen opuesta, la noroeste, no tiene límites definidos, formando un complejo sistema de lagunas y esteros interrumpidos por islotes de tierra firme. Tomando en cuenta la cuenca principal la superficie total del área estaría entre los 9.000 y 15.000 km2. Existen diversas teorías sobre el origen de los Esteros del Iberá. Una de ellas considera que la región conformó un antiguo cauce del Paraná, conservando hasta la actualidad la comunicación subterránea con el mismo. Otra teoría la considera un "ojo de mar" que habría inundado en tiempos remotos estos parajes. También se piensa que ese enorme receptáculo fue producido por una fuerte erosión eólica, siendo ocupado posteriormente por el agua de las lluvias que afluyen por un sinnúmero de esteros y cauces secundarios, alimentando el depósito principal. El cambio continuo del nivel de las aguas de los esteros está indicando su dependencia de la precipitación pluvial. Este aporte devuelve al sistema una cantidad de líquido equivalente a la que se evapora. El sistema de Iberá drena en forma permanente pero lenta, dada la escasa pendiente, por el Río Corrientes, que vierte sus aguas al Paraná, y transitoriamente por el Río Miriñay que desemboca en el Uruguay. El paisaje presenta el aspecto de una llanura más o menos uniforme, cuya altura sobre el nivel del mar es de unos 60 metros y está apoyada sobre un manto rocoso. La parte norte está formada por campos llanos, a menudo bajos y anegados, es la región de cañadas, lagunas, permanentes o temporarios, prácticamente indiferenciable de la depresión principal. En la zona también alternan planicies y lomas bajas de tierras más elevadas que se utilizan como campo de pastoreo, estando la llanura a veces interrumpida por cordones de médanos. Al sur se encuentran terrenos ondulados, con elevaciones locales que alcanzan los 30 metros. Comprende pocas aguadas, esteros diseminados, y numerosos zanjones y arroyos que desembocan en su mayoría en los grandes esteros del Iberá. Los suelos, principalmente en la zona norte, son de carácter sedimentario, aluviones antiguos en parte arenosos y arcillosos. Las arenas descansan sobre la capa impermeable de arcilla o limo, originando el estancamiento de las aguas y las formación de lagunas y bañados. La vegetación acuática alterna con faja e islas de tierra firme o semi-anegadiza y lagunas de gran extensión como Iberá (de hasta 2 metros de profundidad ), Luna, Fernández, Galarza, Paraná, Trin y Medina. Uno de los ambientes más característicos de las lagunas son los llamados "embalsados", originados por el denso agrupamiento y la acumulación de vegetación acuática. Se trata de islas flotantes sobre la cuales se va depositando tierra, se compactan las raíces y pueden presentar vegetación arbustiva e inclusive arbórea (como los Sangres de Drago, Ceibos, etc.). Estas islas flotantes, empujadas por el viento forman parte de las numerosas leyendas y supersticiones indígenas: la Isí o Madre del Estero, el Caá Porá y el Pombero, son los más célebres seres míticos de la región. La fauna está mayormente integrada también por especies de hábitos acuáticos. El Carpincho y el Coipo figuran entre las más comunes; especies amenazadas de extinción como el Lobito de Río, el Ciervo de los pantanos y el Yacaré hallan en esta inmensa región seguro refugio. Una infinidad de aves de variadas formas y coloridos pueblan los bosques, esteros, bañados y lagunas, haciendo las delicias de los observadores de la naturaleza.

PROBLEMAS DE CONSERVACIÓN: Los problemas que afectan a la región son múltiples: la explotación forestal de los montes de Ñandubay, y de los bosques mixtos; la expansión de la superficie dedicada a la agricultura y ganadería, ésta última afecta especialmente las orillas de los esteros; los incendios intencionales provocados para la captura de animales que destruye nidos, refugios y crías; la caza comercial y de subsistencia, que no reconoce vedas ni prohibiciones. Los cazadores de la zona, apodados "mariscadores", mal recompensados por los productos de sus cacerías, fueron obligados a la sobreexplotación de la fauna silvestre para poder subsistir. Ya no están en el Iberá el Yaguareté, el Oso Hormiguero ni el Tapir. Las disminución de las poblaciones de Yacarés ha provocado alteraciones en el equilibrio de otras poblaciones animales del sistema. Por ejemplo, se ha producido un incremento durante la última década, de las Palometas Bravas. Estos peces eliminan las crías de otros, como el Dorado. La Palometa es el principal ítem de la dieta de los Yacarés. Además, en algunas áreas del noroeste del país, se ha multiplicado un parásito del ganado y del hombre llamado Saguaipé cuyo huésped intermediario, un caracol de agua dulce, es uno de los bocados preferidos del Yacaré Overo. El establecimiento de un cuerpo de Guardafaunas provinciales integrado por baqueanos ex-cazadores de la zona, permitió incorporarlos a las tareas de conservación, sin necesidad de desplazarlos por la creación de la Reserva. Gracias a su accionar se oobtuvo una rápida recuperación de la fauna silvestre en los alrededores de Colonia Pellegrini y Laguna Iberá, donde los controles son más periódicos y efectivos . Sería deseable que tal acción se extienda al resto de la Reserva, que en su mayoría está constituída por propiedades privadas, donde la caza furtiva aún atenta contra la fauna nativa.

YACIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS/PALEONTOLÓGICOS:  No posee

Atrás

« Publicidad - Privacidad - Aviso Legal - Titularidad - Servicios - Clasificados - Registrate - Trabaja con Intertournet® »

® © 2000-2002 by Intertournet®